Richard Thompson y Gabriel Sopeña en Luna Lunera

Un día histórico para muchos; Bueno, bien pensado, para muchos no, apenas doscientas personas se congregaron en la lonja medieval de Sos del Rey Católico para escuchar a estos dos trovadores, en el caso de Richard Thompson su primera actuación en España (si descontamos aquellas 4 canciones en Leyendas de la Guitarra en Sevilla).Un concierto sobrecogedor, Gabriel Sopeña volvía a los escenarios con una colección de viejas y nuevas composiciones demostrando una vez mas su pericia instrumental y melódica; Canciones que nos remitieron al primer disco de El Frente, nuevas obras o piezas como Salónica, que compusiera para María del Mar Bonet. Impecable en la ejecución de unos temas que están pidiendo a gritos una banda que lo lleve a otros territorios sonoros y emocionales. Pero de eso, creo, que tendremos noticias pronto.

Richard Thompson nos visitaba por primera vez en concierto en solitario. Y tan solitario, el y su guitarra acústica. Otro viaje por mas de cuarenta años de carrera. Como dice Rob en "Alta Fidelidad" "¿Acaso no es Richard Thompson el mejor guitarrista del Reino Unido?" Desde "Walking on a Wire" a "Genesis Hall", amarrando obras como "Dad's Gonna Kill Me" de su último disco, retornando a clásicos como "Valerie" o "Shoot Out The Ligths". Un soberbio concierto de casi dos horas que dejó satisfecho al, repito, no numeroso público congregado en la bella localidad zaragozana de Sos del Rey Católico.
P.d. Para un día que me fotografío con Richard Thompson, ahí va la foto!Aquí os transcribo la crónica de Gonzalo de la Figuera para Heraldo de Aragón:

UN LUJO EN SOS

Hay cosas que no se terminan de comprender: Richard Thompson, leyenda viva del folk-rock británico, actuaba por primera vez en España (bueno, el mismo se encargó de recordarme antes del concierto que estuvo en Sevilla en 1992 en el festival "Leyendas de la Guitarra") y hasta Sos del Rey Católico apenas acudieron 200 espectadores. Vale que se trata de un artista de culto minoritario, pero parece increíble que en España no haya otros 200 o 300 fieles devotos que acudieran a la cita raudos cual centellas. Al fin y al cabo, se trataba de una ocasión histórica.

Y Thompson no decepcionó a quienes así lo entendieron - entre ellos un selecto ramillete de músicos aragoneses a los que se le caía la baba- ofreciendo un concierto antológico en el que dejó claro por qué está considerado uno de los grandes: un cantante enorme y un soberbio guitarrista, que no precisa mas que de su voz y su guitarra acústica para cautivar a la audiencia. El veterano cantautor londinense -el año próximo cumple los 60- impartió una lección magistral revisando piezas de todas sus épocas: desde un recuerdo a la banda con la que comenzó su carrera, Fairport Convention, hasta temas de su último disco en solitario (Sweet Warrior")pasando por titulos de su celebrada etapa formando dúo con su ex-esposa Linda Thompson.

Así sonaron canciones clásicas de su repertorio como "Shoot Out The Lights", "Persuasion", "I Want to See the Bright Lights Tonight", "1952 Vincent Black Lightning", "I Feel so Good", "Walking on a Wire" o "Valerie"; Tampoco faltaron las invectivas contra Bush y su política belicista, como en unsa de sus mas recientes composiciones "Dad's Gonna Kill Me". Música preñada de intensidad y emoción que se pasea con facilidad pasmosa por los terrenos del folk, el country, el rock o el blues.

Para todos los presentes era la primera vez que escuchábamos en vivo a Richard Thompson, así que no es posible comparar. Ni falta que hacía.; bastaba dejarse llevar por esa voz rotunda de bardo atemporal, embeberse admirando sus múltiples recursos como guitarrista. Seguro que también fue una noche feliz para Gabriel Sopeña, que tuvo el honor de actuar precediendo al maestro, e interpretando piezas como "Armando al amor", "Salónica", "Cass" (que dedicó a la memoria de Mauricio Aznar y Sergio Algora o "Apuesta por el rock and roll". Ver a Richard Thompson en la lonja medieval: un lujo en Sos.